El procedimiento de corte se puede realizar con la técnica monopolar. En este caso, se utiliza una pequeña punta de trabajo como electrodo activo, mientras que el electrodo neutro se aplica al cuerpo en una amplia zona alejada del campo quirúrgico. En consecuencia, prácticamente no se libera energía en el electrodo neutro cuando fluye la corriente, porque la “fuga de corriente” se distribuye en una gran superficie. 

En el electrodo activo, la “entrada de corriente” se concentra ahora en una pequeña zona de entrada, simplemente por la elección de su forma geométrica (aguja, esfera, forma de superficie) y puede así controlarse manualmente. Además, se pueden utilizar corrientes moduladas de forma diferente para conseguir distintos efectos:

• Corte puro: corte afilado con mínima coagulación lateral.
• Coagulación: fuerte coagulación lateral del tejido, también en profundidad.
• Corte más coagulación: combinación para la hemostasia lateral durante el corte.
• Fulguración: fuerte coagulación tisular superficial y la vaporización.

Una forma típica de aplicación es el electrodo de corte monopolar en forma de aguja o el electrodo de asa para la resección de verrugas y pólipos y para la gingivectomía. La fulguración es la destrucción superficial deliberada del tejido mediante la inducción de un salto de chispa, por ejemplo, para eliminar las placas eosinofílicas o la hipertrofia del tejido superficial.

¿Cómo ocurre el corte de los tejidos con el electrobisturí?

La separación del tejido se produce como consecuencia de la aplicación de chispas eléctricas. Estas chispas producen un calor intenso en el lugar donde se aplican en períodos de tiempo bastante cortos. La producción de una máxima concentración de corriente termina por vaporizar el tejido. Este proceso, que ocurre por etapas, termina por la destrucción de las células.

En pocas palabras, lo que ocurre durante el incremento súbito de la temperatura del tejido de forma muy rápida, hace que el agua que está en el interior de las células ebulle y se dé la formación de vapor de agua, haciendo que la célula estalle y se desintegre, destruyendo el tejido. En el corte quirúrgico, por lo general se recomienda emplear electrodos de contacto lo más filosos y delgados posibles. 

En estas condiciones, donde se produce un incremento súbito de la temperatura y se genera vapor de agua sobrecalentado, se asegura que ocurra una esterilización del corte. Dentro de este efecto se debe generar una onda senoidal de alta frecuencia, con amplitud suficiente para proveer la energía requerida. Este tipo de onda es totalmente filtrada.

La importancia de la seguridad en el uso de un electrobisturí

Los cortes típicos que se pueden realizar con un electrobisturí, como el corte puro y el corte combinado (corte más coagulación), se diferencian en que el primero solo se produce una separación de los tejidos durante la incisión, en tanto que en el segundo se induce una coagulación, previniendo de esta manera la pérdida de sangre. No obstante, si todos estos procesos no son controlados pueden ser altamente nocivos para el organismo.

Las complicaciones debido a la electrocirugía son causadas principalmente por las corrientes estacionarias, que hacen que la energía sea transferida de forma no controlada. Se debe tener muy en cuenta por esta razón que el paciente debe estar completamente aislado de cualquier elemento conductor, para prevenir la ocurrencia de un shock eléctrico. Por lo tanto, se puede resumir la importancia de trabajar en condiciones seguras en dos puntos:

• El objetivo es la vaporización controlada del tejido en la incisión, además de la coagulación por calor adaptada para la hemostasia de los vasos más pequeños sin destrucción del tejido. 
• Debe evitarse en cualquier caso la carbonización debida a un exceso de energía (carbonización), ya que esto conduce a bordes de la herida necróticos y a una mala cicatrización de la misma, y el electrodo de corte se atasca.

¿Por qué elegir un generador electroquirúrgico de Kalstein?

Como se ha discutido en este artículo, es muy importante realizar los cortes garantizando un control estricto de la corriente eléctrica, para cauterizar los vasos pequeños y evitar la carbonización del tejido. Por ello hay que usar generadores confiables, como los que ofrece el fabricante Kalstein y que pueden revisarse en el siguiente link AQUI