El microscopio es un equipo a través del cual podemos observar elementos o estructuras que no pueden observarse a simple vista, mediante el uso de lentes, visores y rayos de luz, que acercan o agrandan la imagen en escalas convenientes para su examinación y posterior análisis. Por ser instrumentos de alta precisión, es necesario hacer énfasis en su cuidado y mantenimiento con el fin de mantener la integridad de cada uno de sus componentes.
Como todo instrumento de laboratorio, es preciso ajustarlos para un rendimiento óptimo, resguardarlos de posibles daños y dedicarles un mantenimiento regular. El cuidado de los microscopios reviste especial importancia en las zonas en las que abunda el polvo, es indispensable cubrirlos cuando no se utilicen, y al momento de limpiar el suelo, para evitar que se dañen.