Muchos de los procedimientos realizados en los laboratorios necesitan del uso de un digestor de microondas para la preparación de las muestras. El fundamento de todo proceso de digestión de microondas se basa en la introducción de la muestras en vasos especiales transparentes y cerrados, en conjunto con los reactivos requeridos para el ensayo. La muestra es calentada a temperaturas que varían entre los 200 y 300° C para que esta sea degradada parcial o completamente.
La digestión de microondas tiene muchas ventajas por encima de la digestión de vaso abierto convencional, sin embargo, la más importante es que la realizada con microondas permite el control más preciso de parámetros fundamentales, como son la temperatura, la presión y el tiempo de digestión, para tener un mejor manejo de la reacción que está ocurriendo en el equipo.