En las últimas décadas el control de la calidad del agua ha estado en el punto de mira de gobiernos y organismos reguladores enfocados en preservar el medioambiente y la salud de los seres humanos. Uno de los parámetros más relevantes para determinar la calidad de un cuerpo de agua es la conductividad eléctrica, esta propiedad indica el contenido de cationes y aniones unitarios en el agua, y por tanto el grado de concentración de ciertos elementos como sodio o hierro.
Es posible medir la conductividad en el laboratorio utilizando varios métodos, estos pueden ser los métodos de conductividad relativa (CR), métodos de conductividad absoluta (CA) y métodos de índice de concentración (IC).